miércoles, 8 de octubre de 2014

Un médico Irrepetible

Buenos días. En el contexto de un taller literario, se me propuso escribir acerca de un personaje de tu barrio natal. Apenas me lo dijeron supe que era una oportunidad de oro para homenajear a una persona muy importante en mi infancia: Juan Segura.

Se trata del llamado médico de los pobres.

Nacido en Alquife Juan vivió casi toda su vida en Granada y allí ejerció su profesión en beneficio de los más necesitados.

Hoy, de manera excepcional no os comparto la obra de ningún poeta, escritor o cantante sino solo este pequeño escrito mío.

El Ángel de Fígares

Cuando Miguel se despertó aquella fría mañana de enero, nada le hacía sospechar que ese día su vida cambiaría para siempre.

Llevaba  ya una semana inmerso en un dolor insoportable y parecía que ni siquiera el alcohol conseguía evadirle de aquella infección que corroía su frágil cuerpo.

Todo había empezado cuando cuatro años atrás en aquella desgraciada curva el coctel de Droga, alcohol y velocidad le hizo perder el control de su moto y se sumergió en el sueño mas profundo de su  vida.

Tras un mes en Coma, Miguel despertó y descubrió que aquella había sido la gota que colmó el vaso de la dulce y tierna Luisa.

Ella le había dicho muy claro que no volvería a verla si retomaba sus viejos hábitos, pero la adicción había sido demasiado fuerte.

Miguel perdió de esta manera su trabajo, su casa, su pareja y lo que es peor: sus ganas de vivir.

Desde entonces vagaba por las calles de la gran ciudad y pasaba las noches a la intemperie con el único calor que le daban su cabrita y su perro. Con suerte podía de vez en cuando tomar un cartón de vino para olvidar su situación.    

Nunca acabó de curarse aquella herida que representaba todas las perdidas que experimentó en su vida y tras cuatro cirugías la situación de su hombro era crítica. Miguel ya había tirado la toalla y solo quería morir tranquilo junto a sus animales.

Ellos eran su única familia. No sabía lo que era el calor humano de un abrazo hasta que ese día mientras caminaba sin rumbo con su perro un abuelo bonachón se dirigió a él.

¿ De verdad aquel hombre vestido con chaqueta y corbata le estaba hablando a él? 

Ese día Miguel dejó de ser transparente para la humanidad y volvió a ser un sujeto mas del género humano.

Juan le contó que era médico y se ofreció para atenderle en su consulta y limpiarle la herida convirtiéndose en su primer amigo en años.
 
Desde ese día, los martes y jueves Miguel acudía a casa de Juan para curar su herida y solo tres meses después Miguel accedió a abandonar sus vicios y vivir de verdad la vida

Esto que para Miguel era lo mejor que había vivido en su  vida era parte de la rutina de este excepcional médico.

Juan atendía su consulta tres días a la semana y los otros dos días los reservaba para aquellas personas que como Miguel más lo necesitaban.

Esto fue lo que dio a Juan Segura el apodo de médico de los pobres y aún 20 años después de su fallecimiento es recordado como el Ángel del barrio Fígares.

Cuando paseo por las calles y veo algún sin hogar con sus heridas infectadas no puedo evitar pensar que si Juan no hubiera sucumbido a ese cáncer, eso no pasaría.

Quienes le conocimos, aprendimos de él a hacer humana a tanta gente que en nuestra ciudad pierde la identidad a causa de las adicciones.
    

Espero que os guste. Hasta Mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario