El mundo y el hombre

Buenos días.

Hoy se celebra en Chile el día del profesor´. Para mí es un honor enorme haber podido ejercer este maravilloso oficio.

A pesar del derroche de paciencia que este trabajo requiere y lo agotador que es estar con los pequeños, poder ser agente activo en el desarrollo de esos pequeños es todo un lujo.

Es fascinante ser testigo de los procesos de aprendizaje de esos locos bajitos, pero con frecuencia ser educador significa ser capaz de aprender de ellos, de su pureza, de su inocencia, de su entusiasmo y de sus ganas de vivir. 

Como ejemplo de lo que se puede aprender de un niño os comparto este relato que leí hace ya tiempo y que hace reflexionar acerca de como los adultos con frecuencia buscamos solucionar las cosas complicadas y los niños nos demuestras que pueden ser muy sencillas.....


El científico

Un científico estaba trabajando en su laboratorio cuando entró su hijo de cinco años, dispuesto a ayudarle. El científico, que tenía mucho trabajo y no quería ser interrumpido, pensó en darle un entretenimiento al niño para que no le molestase. Recortó de una revista un mapa del mundo, lo cortó en muchos trocitos y se lo dio a su hijo junto con cinta adhesiva para que lo recompusiera. Como no había visto nunca ese mapa, el científico pensó que tardaría horas en hacerlo.

Cuál fue su sorpresa cuando, al cabo de unos minutos el niño le dijo:
-¡Ya está papá, ya lo terminé!

El científico se quedó sorprendido por unos momentos, pero se giró pensando que no vería más que una chapuza típica de un niño de cinco años. Sin embargo, el niño le mostraba el puzzle totalmente hecho y con todas las piezas en su sitio. Le preguntó asombrado:
-¿Cómo lo has hecho, hijo?

-¡Muy fácil, papá! Cuando lo recortaste de la revista, me di cuenta de que, por detrás del mapa, había dibujado un hombre. Cuando me diste los trocitos, les di la vuelta e hice el rompecabezas del hombre. Cuando terminé de arreglar el hombre, me di cuenta de que había arreglado el mundo…

Espero que os guste. Hasta mañana.