Buenos días.
Hoy os propongo acercarnos a la obra de otro de los grandes exponentes de la poesía en Español:
Octavio Paz nacido el 31 de marzo de 1914, durante la Revolución mexicana.
Vivió en Estados Unidos entre 1916 y 1920. Después regresó a México con su padre.
Octavio Paz realizó sus estudios en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En 1937 viajó a Yucatán como miembro de las misiones educativas del general Lázaro Cárdenas en una escuela para hijos de obreros y campesinos de Mérida. Ahí comenzó a escribir Entre la piedra y la flor (1941, revisado en 1976), poema sobre la dramática explotación del campo y el campesino yucateco.
En España participó en 1938 como cofundador en la revista literaria Taller, en la que escribió hasta 1941.
Obra:
El laberinto de la soledad, un innovador ensayo antropológico sobre los pensamientos y la identidad mexicanos.
En 1954, tuvo «una participación muy estrecha en la fundación de la Revista Mexicana de Literatura", influenciada "políticamente con la idea de la llamada 'tercera vía', que significaba ni con la izquierda, ni con la derecha. Esta idea venía de París, con León Blum.
En 1955 contribuyó en la Revista Mexicana de Literatura y en El Corno Emplumado.[9] En 1956, participó en Poesía en voz alta.
El 19 de abril de 1998 Octavio Paz murió en la Ciudad de México.
Árbol quiero entre nubes.
- Aquel joven soldado
Era sonriente y tímido y erguido
Como un joven durazno.
El vello de su rostro se doraba
Con el rubor de los duraznos
Al amarillo sol de mediodía.
Sus ademanes eran
Como los ademanes del durazno
Cuando el viento lo mueve, en la colina.
Si sonreía era su sonrisa
Un imprevisto florecer durazno.
Una ráfaga a veces lo nublaba
Y entonces, serio, ensimismado,
Era un durazno al aire, deshojado.
Jugaba con los niños, en la tarde,
Con un fervor nostálgico, lejano,
Con la misma ternura de la ola
Que se aleja volviendo la cabeza.
Un viento melancólico barría
Nubes en flor, apenas nubes,
Y en el jardín volaban hojas
¡Oh despeinada primavera!
Árbol quieto entre nubes, hojas, niños,
Se preguntaba aquel soldado:
¿Es nube todo, todo es hoja, viento?
¿Los familiares árboles son nubes?
¿Esta rama que toco, esta corteza,
Estos niños son nubes? ¿Nube el sueño
Y la muchacha aquella y su perfume,
Fantasma de la carne, nube, espuma
Apenas sostenida por el viento?
Y se alejó, callada nube negra.
https://www.youtube.com/watch?v=k_IjT7RxXds
Elegía Interrumpida
Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
Al primer muerto nunca lo olvidamos,
Aunque muera de rayo, tan aprisa
Que no alcance la cama ni los óleos.
Oigo el bastón que duda en un peldaño,
El cuerpo que se afianza en un suspiro,
La puerta que se abre, el muerto que entra.
De una puerta a morir hay poco espacio
Y apenas queda tiempo de sentarse,
Alzar la cara, ver la hora
Y enterarse: las ocho y cuarto.
Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
La que murió noche tras noche
Y era una larga despedida,
Un tren que nunca parte, su agonía.
Codicia de la boca
Al hilo de un suspiro suspendida,
Ojos que no se cierran y hacen señas
Y vagan de la lámpara a mis ojos,
Fija mirada que se abraza a otra,
Ajena, que se asfixia en el abrazo
Y al fin se escapa y ve desde la orilla
Cómo se hunde y pierde cuerpo el alma
Y no encuentra unos ojos a que asirse
¿Y me invitó a morir esa mirada?
Quizá morimos sólo porque nadie
Quiere morirse con nosotros, nadie
Quiere mirarnos a los ojos.
Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
Al que se fue por unas horas
Y nadie sabe en qué silencio entró.
De sobremesa, cada noche,
La pausa sin color que da al vacío
O la frase sin fin que cuelga a medias
Del hilo de la araña del silencio
Abren un corredor para el que vuelve:
Suenan sus pasos, sube, se detiene
Y alguien entre nosotros se levanta
Y cierra bien la puerta.
Pero él, allá del otro lado, insiste.
Acecha en cada hueco, en los repliegues,
Vaga entre los bostezos, las afueras.
Aunque cerremos puertas, él insiste.
Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
Rostros perdidos en mi frente, rostros
Sin ojos, ojos fijos, vaciados,
¿Busco en ellos acaso mi secreto,
El dios de sangre que mi sangre mueve,
El dios de hielo, el dios que me devora?
Su silencio es espejo de mi vida,
En mi vida su muerte se prolonga:
Soy el error final de sus errores.
Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
El pensamiento disipado, el acto
Disipado, los nombres esparcidos
(Lagunas, zonas nulas, hoyos
Que escarba terca la memoria),
La dispersión de los encuentros,
El yo, su guiño abstracto, compartido
Siempre por otro (el mismo) yo, las iras,
El deseo y sus máscaras, la víbora
Enterrada, las lentas erosiones,
La espera, el miedo, el acto
Y su reverso: en mí se obstinan,
Piden comer el pan, la fruta, el cuerpo,
Beber el agua que les fue negada.
Pero no hay agua ya, todo está seco,
No sabe el pan, la fruta amarga,
Amor domesticado, masticado,
En jaulas de barrotes invisibles
Mono onanista y perra amaestrada,
Lo que devoras te devora,
Tu víctima también es tu verdugo.
Montón de días muertos, arrugados
Periódicos, y noches descorchadas
Y en el amanecer de párpados hinchados
El gesto con que deshacemos
El nudo corredizo, la corbata,
Y ya apagan las luces en la calle
¡Saluda al sol, araña, no seas rencorosa!
Y más muertos que vivos entramos en la cama.
Es un desierto circular el mundo,
El cielo está cerrado y el infierno vacío.
https://www.youtube.com/watch?v=C5INAjv7GaI
Las armas del verano
Oye la palpitación del espacio
Son los pasos de la estación en celo
Sobre las brasas del año
Rumor de alas y de crótalos
Tambores lejanos del chubasco
Crepitación y jadeo de la tierra
Bajo su vestidura de insectos y raíces
La sed despierta y construye
Sus grandes jaulas de vidrio
Donde tu desnudez es agua encadenada
Agua que canta y se desencadena
Armada con las armas del verano
Entras en mi cuarto entras en mi frente
Y desatas el río del lenguaje
Mírate en esas rápidas palabras
El día se quema poco a poco
Sobre el paisaje abolido
Tu sombra es un país de pájaros
Que el sol disipa con un gesto.
Piedra Nativa
La luz devasta las alturas
Manadas de imperios en derrota
El ojo retrocede cercado de reflejos
Países vastos como el insomnio
Pedregales de hueso
Otoño sin confines
Alza la sed sus invisibles surtidores
Un último pirú predica en el desierto
Cierra los ojos y oye cantar la luz:
El mediodía anida en tu tímpano
Cierra los ojos y ábrelos:
No hay nadie ni siquiera tú mismo
Lo que no es piedra es luz
Como las piedras del Principio
Como el principio de la Piedra
Como al Principio piedra contra piedra
Los fastos de la noche:
El poema todavía sin rostro
El bosque todavía sin árboles
Los cantos todavía sin nombre
Mas ya la luz irrumpe con pasos de leopardo
Y la palabra se levanta ondula cae
Y es una larga herida y un silencio sin mácula
La alegría madura como un fruto
El fruto madura hasta ser sol
El sol madura hasta ser hombre
El hombre madura hasta ser astro
Nunca la luz se repartió en tantas luces
Los árboles las calles las montañas
Se despliegan en olas transparentes
Una muchacha ríe a la entrada del día
Es una pluma ardiendo el canto del canario
La música muestra sus brazos desnudos
Su espalda desnuda su pensamiento desnudo
En el calor se afila el instante dichoso
Agua tierra y sol son un solo cuerpo
La hora y su campana se disuelven
Las piedras los paisajes se evaporan
Todos se han ido sin volver el rostro
Los amigos las bellas a la orilla del vértigo
Zarpan las casas la iglesia los tranvías
El mundo emprende el vuelo
También mi cuerpo se me escapa
Y entre las claridades se me pierde
El sol lo cubre todo lo ve todo
Y en su mirada fija nos bañamos
Y en su pupila largamente nos quemamos
Y en los abismos de su luz caemos
Música despeñada
Y ardemos y no dejamos huella.
https://www.youtube.com/watch?v=VFIDXc3uHHU
Para quienes os quedéis con ganas de mas
Imperdibles
https://www.youtube.com/watch?v=6XP1HMxVKQA
Piedra de Sol
https://www.youtube.com/watch?v=55Un5zkVPQo
Sus poemas en su voz
https://www.youtube.com/watch?v=5EP49ZorB8w&list=PLNXNpP8ozZ3sFZnx-T6cZI2ld2rPaRmCl
Espero que os guste. Hasta Mañana
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