martes, 25 de noviembre de 2014

12 Pasos hacia la Felicidad: El ocio


Buenos días. En este último martes os comparto otro fragmento del libro que nos ha ocupado a lo largo del mes de noviembre.
En este caso, la autora aborda un tema de gran importancia para el desarrollo integral y pleno de la persona y que con frecuencia olvidamos por causa de las presiones que nos conlleva nuestro estilo de vida.

OCIO CREATIVO

Mejorar la vitalidad de su cuerpo y serenar su mente no lo es todo.
Pero sí es la base sobre la cual construir la vida que se desee llevar. Ahora es el momento de salir de uno mismo y abrirse al exterior; ahora ya podemos ocuparnos de otros aspectos importantes de la vida cotidiana. Las páginas siguientes se centran en cómo mejorar los estilos de vida, el ocio y la creatividad. Son las penúltimas etapas  para alcanzar el objetivo final propuesto al principio.
Ahora que ya está en camino de lograr su bienestar físico y mental, desarrolle la capacidad de vivir el presente con plenitud, para que no malgaste sus días recordando el pasado o sin hacer otra cosa que planificar el futuro. Mientras sigue caminando en su desarrollo personal progresivo, quiero alentarle a luchar contra uno de los peores enemigos que acechan al ser humano: el aburrimiento.

A veces confundimos la rutina con el aburrimiento y, sin embargo, son cosas muy distintas. Repetir diariamente algunos actos que resultan agradables, como puede ser levantarse, desayunar, leer el periódico, ir a trabajar, no causa ningún problema. Es como poner un piloto automático en el organismo; se ahorra energía, ya que puede realizar estas tareas con el mismo esfuerzo. Sin embargo, las actividades rutinarias pueden proporcionar una satisfacción diariamente renovada si la actitud de quien las realiza es positiva y no se obstina en considerarlas una obligación, sino como una ocasión de disfrutar. Los actos rutinarios pueden contener una buena dosis de creatividad, si se desarrolla la capacidad para descubrir los aspectos interesantes y gratificantes que se encuentran en todas las cosas y en toda actividad. A veces, las posibilidades de disfrutar con las pequeñas cosas están tan a la vista que la persona en cuestión no las ve. De cada uno depende convertir lo cotidiano en la creación de transformar las actividades de la vida diaria de tal modo que revistan un interés constante. Porque las cosas, en sí mismas, son neutras; se convierten en positivas o negativas según la actuación con que las vive la persona. El aburrimiento también es subjetivo; algunas persona no se aburren nunca, porque tienen desarrollada su capacidad para disfrutar con todas las cosas. A otras, por el contrario, nada les divierte, porque adoptan una actitud de apatía ante cualquier acto que tengan que realizar; nada les interesa porque no se disponen a participar con interés en lo que realizan. Dicen que todo les aburre en lugar de reconocer que son ellas quienes ponen el aburrimiento en todo lo que les rodea.
Puede haber actos rutinarios molestos, o trabajos con los que a duras penas se puede intentar disfrutar, pero que por el momento resulten imposibles de evitar. En estos casos, mientras se realizan, hay que pensar en que no ocupan todo el día, sino que hay muchas horas en las que se puede disfrutar con otras actividades más satisfactorias. En estos casos, mientras se realizan, hay que pensar en que no ocupan todo el día, sino que hay aún muchas horas en las que se puede disfrutar con otras actividades más satisfactorias. En esos ratos libres, hay que procurarse unos momentos placenteros. Hay que buscar lo que pueda interesar y divertir, como lo buscan los niños, sin esperar a que aparezca solo o a que lo propicien los demás. Estar alerta para reconocer las pequeñas satisfacciones, interesarse por lo que sucede en el mundo, prestar atención a los demás y, sobre todo, una disposición mental positiva puede evitar que el aburrimiento amargue la vida, cualquiera que sea la circunstancia vital por la que se atreviese en esos momentos.

Si n o se ha aprendido ya, cualquier ocasión es buena para aprender a divertirse. No crea que es un don innato, porque pocas cosas lo son. Se nace con infinitas posibilidades y se disfrutan las que se desarrollan. Al igual que un niño no sería capaz de articular palabra si no se le enseñase a hablar, a pesar de que ha nacido con esa capacidad, así el ser humano se priva de sus infinitas posibilidades por no aprender a desarrollarlas. Nunca es tarde, porque la capacidad de aprender existe en cualquier edad. Tal vez se pregunte cómo aprender a divertirse. Pero, ¿Cómo se aprende a conducir? Practicando , con deseo de aprender. Porque todo se aprende del mismo modo. Se aprende a poner interés en las cosas rutinarias o simples, cuando se comprende que en ellas reside la importancia de la vida. Porque la vida está hecha de cosas simples.... y maravillosas a la vez. Además, los grandes acontecimientos son tan escasos, que no se podría vivir sólo de ellos. Claro que la vida puede resultar monótona para las personas cuyo mayor entretenimiento consiste en ver culebrones en la tele o leer revistas del corazón. Si creen que la vida es como aparece en la pantalla o que las personas son como en las fotos, rechazarán su propio cuerpo, su propia vida les parecerá carente de interés y creerán que nada importante les sucede. Si no disponen de medios para permitirse casas, joyas o manjares refinados, ya no podrán disfrutar con nada, porque menospreciarán lo que tienen a su alcance. ¿No le parecería absurdo que alguien que estuviera rodeado de alimentos ricos y variados se muriera de hambre porque sólo quisiera comer de lo que le faltaban? Algo así ocurre a quienes sólo desean lo que no tienen ; tal vez por escuchar demasiados anuncios publicitarios no escuchan sus propios deseos, que, seguramente, tendrán poco que ver con lo que otros le intentan vender.

Las pequeñas cosas son las que contienen la esencia de la vida; son también las que pueden amargarla si no se aprende a enfocarlas positivamente.

Espero que os sirva y os guste. Hasta mañana. 

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