miércoles, 12 de marzo de 2014

Eneagrama


Buenos días.

Hace unos años tuve la oportunidad de hacer unos de esos cursos que de verdad hacen que tu vida sea mejor.

Era un curso acerca del eneagrama, esa corriente psicológica que nos permite conocernos y dar pasos hacia nuestro crecimiento personal.

Creo que si todos tuviéramos la oportunidad de conocer esto y aplicarlo a nuestra vida, haríamos que esta fuera mucho mas sencilla.

Por eso hoy os comparto en este tiempecito dedicado a la psicología a este artículo, creo que os puede ser de gran utilidad en esa ardua tarea que todos tenemos en nuestra vida que es nuestro propio conocimiento.

Conocerse con el eneagrama

El eneagrama es un sistema de autoconocimiento de origen sufí que define nueve tipos de personalidad, con sus virtudes y sus posibilidades de mejora. El siguiente test del jardín nos propone conocer nuestro eneatipo a través de una historia; un juego para pensar y crecer.

Hace mucho tiempo existía un maravilloso espacio colmado de naturaleza, un colosal jardín de belleza inaudita creado no se sabe por quien ni cuando y a entera disposición de todo aquel que quisiere vivir en él.

En cierta ocasión, se formó una comitiva que deseaba conocer el lugar. Nueve tribus decidieron viajar para asentarse en el paradisiaco lugar, guiados por un  viejo y sabio "conocedor" que sabía perfectamente cómo llegar a este sitio. Después de un largo camino, fatigados por el extenuante viaje pero muy felices, al fin pudieron divisar a lo lejos este bello oasis. Al llegar al jardín, el sabio asignó a cada una de las tribus tareas específicas que desarrollar, basado en su conocimiento de la condición de cada tribu, de sus capacidades y talentos naturales. De la buena ejecución de la labor de cada tribu, dependería la armonía de todo el jardín.

¿Con qué tribu te identificas?

Ahora, visualízate en ese jardín y en esas circunstancias y define: ¿ Qué tarea te gustaría mas llevar a cabo? ¿ Cuál sería tu tarea "natural", la que harías bien con mayor entusiasmo y sin demasiado esfuerzo? Veamos en qué consiste cada una de ellas.

Eneatipo 1: El reformador, el perfeccionista.

Son exigentes y de sólidos principios. Muchos se frustran por no poder ajustar la realidad a su ideal de perfección. Deben aprender a ver  lo positivo en las cosas y a aceptar sus limitaciones. 

A los Seleccionadores se les encomendó podar y eliminar las malas hierbas así como purificar el agua porque tienen la capacidad de distinguir lo bueno de lo malo, lo correcto de lo incorrecto. Son capaces de inspirar a los demás y de conducirlos hacia el bien. Vienen a reformar y mejorarlo todo; buscan perfeccionarse a sí mismos y perfeccionar el jardín para que luzca más bello y puro.


Eneatipo 2: El ayudador, el que da.

Son personas tan entregadas a las necesidades ajenas que pueden olvidarse de las suyas. Su trabajo es observar más su interior y depender menos de los demás para su bienestar.

A la los compartidores se les encomendó la labor de repartir los frutos del Edén. Su trabajo es el servicio; acarrean y regalan con inmenso cariño los frutos, la sombra, agua. Un compartidor distribuye para que toque a todos. En esta labor hay que tener gran disposición para tratar con la gente e intuir qué necesitan los otros. Su mayor recompensa es el agradecimiento de los demás.

Eneatipo 3: El triunfador, el organizador.

Muy seguros de sí mismos, orientan su vida hacia el éxito y logran cualquier cosa que se propongan. Su equilibrio implica prestar más atención a sus sentimientos profundos y menos a su imagen externa, a deslumbrar.

A los Eficientes les corresponde el éxito del jardín. Están ahí para lograr que todo sea excelente. Los eficientes vienen a que el huerto produzca los mejores frutos de la región y que sea conocido en todos los lugares como el más productivo, eficiente y eficaz jardín. No solo es importante trabajar sino que el trabajo produzca logros medibles y admirables por los demás.

Eneatipo 4: El individualista, el romántico.

Creativos y sensibles, pero también insatisfechos por desear cosas que sienten que no están a su alcance. Deben aceptar esta insatisfacción y vivir el presente sin buscar compensaciones en un futuro soñado.

A los Profundos se les encomendó la labor de desvelar el misterio de las cosas; de apreciar la belleza y los significados mas íntimos de la naturaleza y descubrir en ella claves universales. Vienen a diseñar el jardín y hacer de él una metáfora de la vida misma, que ven como una obra de arte llena de poesía y música.

Eneatipo 5: El investigador, el observador.

Son personas que destacan por su inteligencia. Independientes y solitarios, corren el riesgo de aislarse de los demás. Por eso es importante que aprendan a expresar sus sentimientos y a trabajar en equipo.

A los Conocedores o Clasificadores se les otorgó la función de estudiar y catalogar todo lo que hay en el jardín. Mantienen ante todo la actitud científica de entender, de conocer, de observar, de clasificar.

Comprenden la fotosíntesis y todos los procesos. Estudian la mecanicidad y la función de los objetos. Su trabajo es muy solitario, pero lo prefieren así; de este modo, pueden ser observadores imparciales y registrar los hechos sin involucrarse con muchas personas.

Eneatipo 6: El leal.

Son personas dignas de confianza, cautelosas y responsables. Pueden regirse en exceso por los valores externos como una coraza frente a sus propios medios. Su trabajo es depender menos de la autoridad externa y expresarse sin miedo a las críticas de los demás.

A los Responsables se les encomendó la tarea de la seguridad. Vienen a poner vallas para que no salgan los de dentro ni entren los de fuera; a respetar y hacer que se respeten las normas que se han dictado para el bienestar del jardín. Obedecen directamente al sabio, quien los apoyará para que el jardín sea un espacio de convivencia y compromiso, una gran familia.

Eneatipo 7: El entusiasta, el epicúreo.

Son optimistas y espontáneos, pero su eterna búsqueda de experiencias placenteras puede hacer que eludan las dificultades. Deben aprender a disfrutar del silencio y de la reflexión para evitar el riesgo de quedarse en la superficie de las cosas.

A los divertidos les correspondió un ambiente muy positivo y optimista, organizar la diversión y encargarse del aspecto lúdico de la comunidad. La tribu de los divertidos posee talento nato para gozar y hacer gozar a otros. Con ellos se aprende a degustar lo frutos, la alegría y las cosas buenas de la vida. Les encanta contar anécdotas, cuentos, chistes, historias....

Eneatipo 8: El desafiador, el lider.

Están llenos de energía y son dominantes. Corren el riesgo de intimidar a los demás con su actitud decidida. Deben aceptar que son vulnerables y reconocer que cada cual tiene su propia verdad sin querer imponer la suya.

A los Fuertes se les asignó la tarea de la lucha, de la protección de los débiles, de la justicia. Son líderes poderosos y no se doblegan con facilidad. Vienen a otorgar vida y muerte. Controlan quien entra y quien no. Pueden sostener duras disputas y estar siempre en el campo de batalla. Defienden a las demás tribus y gozan luchando.

Eneatipo 9: El pacificador, el mediador.

Se trata de personas humildes y complacientes que anhelan la paz. Deben trabajar su pasividad y su necesidad de evitar conflictos y aprender a implicarse en las situaciones de forma más activa.

A los Armónicos se les dio la tarea de la conciliación, de fomentar la paz y la convivencia. Vienen a disfrutar, a colgar la hamaca entre dos palmeras y a transmitir reposo y tranquilidad; a mostramos cómo los problemas se solucionan con tiempo. Les corresponde ver las diferentes caras de un problema, ver cómo todo está relacionado y finalmente, demostrar que siempre hay una solución para las partes en conflicto. 


                                                                        Jorge Mendoza
                                                                        Mente Sana N.11

Espero que os sirva. Hasta mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario