miércoles, 26 de marzo de 2014

Referentes

Buenos días.

Os comparto un texto para que nos conozcamos y nos valoremos más nosotros mismos.

SER TU PROPIO REFERENTE

APRECIA TUS VIRTUDES

Como afirmaba el psicólogo Antonio Blay, especialista en psicología transpersonal, todo lo que somos es esencialmente positivo. Cierto es que algunas de nuestras cualidades están más desarrolladas que otras, pero la cualidad en sí es buena. Mientras no vivamos como algo positivo aquello que poseemos, no podremos desarrollarlo, pues crecemos sobre nuestros puntos fuertes.

MIRA LO BUENO QUE HAY EN TI

En cierto modo, las cualidades que admiramos en los demás y que deseamos para nosotros ya lo poseemos. Si no fuera así, no tendríamos la capacidad para comprenderlas, reconocerlas y valorarlas en otras personas. Esas cualidades existen en nosotros, aunque sólo sea en forma de semilla, y esperan que las hagamos presentes, que las actualicemos, y que las desarrollemos.

ACTUALIZA TUS CUALIDADES

Podemos actualizar nuestras cualidades a partir de la expresión y la experimentación. Debemos poner en práctica nuestras virtudes. A partir de nuestras experiencias actualizamos el concepto que tenemos de nosotros  mismos , así como nuestra autoestima, y nos damos la posibilidad de expresar tanto las cualidades que creemos que nos definen como aquellas que han podido permanecer en la sombra.

ABRETE A LAS EXPERIENCIAS

Nuestros pensamientos tienen mayor peso en nuestra vida que nuestras experiencias. Pese a que las experiencias son más reales, para la mente siguen contando más los pensamientos porque, sencillamente, son más numerosos. Por eso es importante romper este equilibrio experimentado. Para fortalecer nuestro autoconcepto no vale    con acumular información sino que hemos de llevar ésta al terreno de la experiencia, pues lo que se aprende en la práctica se convierte en una adquisición real, efectiva y duradera.

RELATIVIZA EL FRACASO

Y experimentemos sin miedo. El fracaso sólo refleja nuestras ideas preconcebidas acerca de cómo deberían desarrollarse las cosas. En realidad, lo que llamamos fracasos no son más que resultados no esperados.

DESPÉGATE DE TU IMAGEN

También podemos liberarnos si nos despegamos de la imagen que tenemos de nosotros mismos. No tenemos una imagen sino miles, tantas como actividades realizamos y como relaciones mantenemos. Si interpretamos la vida así, como un armario donde tenemos el traje correspondiente para representar bien el rol concreto que está a nuestro servicio ( y no viceversa), viviremos con mayor libertad y menor competitividad.

SÉ EL PROTAGONISTA

Preguntarse quién elige nuestras metas y si llegar hasta ellas es realmente vital puede hacernos conscientes, quizás, de que hemos convertido nuestra vida en una carrera de obstáculos.... reales o imaginarios.

                                                                                              Vanesa Gil
                                                                                      Coordinadora del servicio de orientación del
                                                                                      centro de crecimiento personal descubriéndonos

Espero que os sirva. Hasta mañana.

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